jueves, 14 de abril de 2011

La calidad del voto



Periodista: ¿Y cómo explica el número de Urtubey? La reelección de Urtubey con números tan elevados ¿no?

Pino: Y, bueeno. Todo eso es dependencia laboral, es dependencia, es clientelismo, es todo eso. Y también poca for..., y también, este.. poblaciones con muy poco acceso..., muy poco nivel cultural. Todas esas cosas cuentan.

Periodista: Pino, ese análisis que usted hace, por ejemplo, de la situación en la provincia de Salta y de la reelección de Urtubey con números históricos, ¿no es subestimar al electorado también? Desde el punto de vista de la participación ciudadana.

Pino: Bueno. No sé. No sé como llamarlo, yo creo que está mal. Yo creo que está mal, pero en general todas esas provincias, las provincias más pobres, no se caracterizan por tener la mejor calidad del voto

Periodista: ...

Pino: Es así.

Cuando un compañero me comentó este dialogo, no lo podía creer. Suponía que debía ser una exageración. Hasta que ese engendro moderno que es la televisión me mostró la verdad de lo perdido que está el viejo.

Es tan obvio que resulta aburrido señalar la tilinguería del planteo. "Yo, que pasé por una universidad, sé cómo se hace política. Los pobres no". No sólo los excluye de la participación política, sino que descalifica también su voto. "Estos pobres no entienden nada, "por su incultura son incapaces de distinguir qué gobierno los favorece y qué gobierno los perjudica, de manera que apoyan y votan a sus explotadores".

Llama la atención cómo titubea buscando la forma menos desagradable de decir lo que tiene que decir. Y lo que dice es que Urtubey es clientelista, porque genera trabajo en Salta, y porque da planes sociales para los que no consiguen trabajo. Y como los salteños quieren trabajar, el 56% lo votó a Urtubey. La gente de Pino, en cambio, promete cerrar minas. Y como la gente de Salta quiere seguir trabajando, solamente el 2% de los salteños los votaron.

Y Pino dice algo con lo que sí coincido "yo creo que está mal". Yo también creo que lo que Pino dijo está mal.

¿Por qué habría que excluir a los más humildes de la participación política?

De una compañera de un barrio periférico de La Plata escuché la descripción más clara de la inclusión social, parafraseo de memoria su discurso: "Mi hijo mayor tiene secuelas de desnutrición. Antes yo necesitaba tener dos trabajos. Y ni así me alcanzaba para darles de comer. Ahora gracias a la Asignación Universal, mis hijos están más sanos. Y gracias a que aumentaron los sueldos a mí me alcanza con un solo trabajo. Y por eso tengo más tiempo. Tengo más tiempo para pensar. Y por eso puedo estar hoy acá sentada hablando con ustedes".

...

Para comparar, un video que le robé a Ana. Fíjense en este dirigente, que según Pino tendría "poco nivel cultural", fíjense como este sí habla de corrido, sin miedo a las palabras que usa.

viernes, 8 de abril de 2011

El miedo a los fantasmas

Hoy hay un paro en los hospitales porteños.
Hace unos días murió un hombre en la villa 31 porque la ambulacia no entró a socorrerlo.

Ambos hechos están vinculados por el miedo a "la inseguridad".

El paro de la Asociación de Médicos Municipales es en reclamo de un escenario seguro para brindar el servicio de salud. ¿Pero qué significa esto? Leemos algunas notas de estos días, en las que se escriben frases como "hay dos policías en la puerta del hospital pero no es suficiente". ¿debería haber un policía en cada consultorio?

Más importante, por lo grave, es el caso de la villa 31. El personal de la ambulancia no quiso entrar a la villa. Aparentemente se negaron también a prestar la camilla a los vecinos. La médica volvió al hospital con un ataque de pánico, según un subsecretario del gobierno porteño.

Hay médicos que sienten que no pueden atender a un paciente sin un policía para protegerlos. Los enfermeros no prestaron la camilla a los vecinos (¿por miedo a que se la roben?). A una doctora la idea de caminar los pasillos de la villa le provocó un ataque de pánico.

Estos miedos son reales. Son tan reales que paralizan. Paralizan tanto que pueden provocar muertes. Miedo. ¿Miedo a qué? Los hechos mencionados por delegados gremiales: robo de un celular, un cachetazo dado por una persona drogada, y no mucho más. Los hechos son reales, pero no creo que justifiquen un ataque de pánico. Tampoco dejar que una persona muera.

La mujer con un ataque de pánico es también víctima. Una víctima de un discurso repetido hasta el hartazgo. De la construcción de un fantasma. De un fantasma al que nos obligan a tenerle miedo.

No voy a decir que no existan los robos. Tampoco negaré que una persona drogada o borracha sea más propensa a actos violentos. Pero exagerar los hechos conduce al miedo irracional, al pánico. Y creer que todos los habitantes de una villa son borrachos o drogadictos es tan estúpido como creer que todos los ladrones son pobres.

Subliminarmente en toda esta cuestión hay un elemento discriminatorio y racista.

...

El fantasma de la inseguridad nos hace actuar de manera irracional. Y los fantasmas no existen, pero este fantasma provoca muertes. Lo único bueno de todo esto, es que los fantasmas desaparecen cuando dejamos de tener miedo.