viernes, 8 de abril de 2011

El miedo a los fantasmas

Hoy hay un paro en los hospitales porteños.
Hace unos días murió un hombre en la villa 31 porque la ambulacia no entró a socorrerlo.

Ambos hechos están vinculados por el miedo a "la inseguridad".

El paro de la Asociación de Médicos Municipales es en reclamo de un escenario seguro para brindar el servicio de salud. ¿Pero qué significa esto? Leemos algunas notas de estos días, en las que se escriben frases como "hay dos policías en la puerta del hospital pero no es suficiente". ¿debería haber un policía en cada consultorio?

Más importante, por lo grave, es el caso de la villa 31. El personal de la ambulancia no quiso entrar a la villa. Aparentemente se negaron también a prestar la camilla a los vecinos. La médica volvió al hospital con un ataque de pánico, según un subsecretario del gobierno porteño.

Hay médicos que sienten que no pueden atender a un paciente sin un policía para protegerlos. Los enfermeros no prestaron la camilla a los vecinos (¿por miedo a que se la roben?). A una doctora la idea de caminar los pasillos de la villa le provocó un ataque de pánico.

Estos miedos son reales. Son tan reales que paralizan. Paralizan tanto que pueden provocar muertes. Miedo. ¿Miedo a qué? Los hechos mencionados por delegados gremiales: robo de un celular, un cachetazo dado por una persona drogada, y no mucho más. Los hechos son reales, pero no creo que justifiquen un ataque de pánico. Tampoco dejar que una persona muera.

La mujer con un ataque de pánico es también víctima. Una víctima de un discurso repetido hasta el hartazgo. De la construcción de un fantasma. De un fantasma al que nos obligan a tenerle miedo.

No voy a decir que no existan los robos. Tampoco negaré que una persona drogada o borracha sea más propensa a actos violentos. Pero exagerar los hechos conduce al miedo irracional, al pánico. Y creer que todos los habitantes de una villa son borrachos o drogadictos es tan estúpido como creer que todos los ladrones son pobres.

Subliminarmente en toda esta cuestión hay un elemento discriminatorio y racista.

...

El fantasma de la inseguridad nos hace actuar de manera irracional. Y los fantasmas no existen, pero este fantasma provoca muertes. Lo único bueno de todo esto, es que los fantasmas desaparecen cuando dejamos de tener miedo.

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